En Düsseldorf, (en el oeste de Alemania) una pizzería ubicada en el centro de la ciudad ha sido cerrada tras el arresto de su propietario, quien está bajo investigación por presuntamente utilizar los pedidos a domicilio para vender cocaína. Esta información fue confirmada por las autoridades alemanas, tras una serie de operaciones policiales en la región.
De acuerdo con el diario Rheinische Post, cuando los clientes solicitaban la pizza «número 40» del menú, recibían un pequeño paquete de cocaína junto con su pedido. El empresario del establecimiento se encuentra actualmente en prisión preventiva.
En un incidente destacado durante el registro de su vivienda, el propietario, al percatarse de la presencia policial, arrojó una mochila que contenía 1.6 kilogramos de cocaína por la ventana, entregándola directamente a los investigadores. Este caso ha sido calificado por la Policía como «muy complejo».
La operación contra el tráfico de drogas que condujo al cierre de la pizzería formó parte de una amplia intervención que tuvo lugar en varias ciudades del oeste de Alemania, incluida Düsseldorf. En esta operación, participaron 150 agentes de Policía y se realizaron tres detenciones, aunque se estima que hay otros trece individuos involucrados en esta red delictiva.