La situación en Haití es crítica y requiere una acción urgente y coordinada de la comunidad internacional para restaurar la seguridad y estabilidad en el país.
El pasado martes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró una Sesión Informativa sobre la situación en Haití. Donde el embajador dominicano ante la ONU, José Blanco, expresó su lamento por la persistencia de acciones violentas de bandas contra la población civil y su creciente control sobre el territorio.
A pesar de la presencia de tropas policiales para ayudar a la Policía Nacional de Haití, las bandas continúan desafiando a las autoridades haitianas sin cesar sus acciones.
Blanco enfatizó que la seguridad y estabilidad de Haití es responsabilidad primaria de sus autoridades, pero se requiere el apoyo firme de la comunidad internacional. Destacó la necesidad de un mecanismo más eficaz para luchar contra la violencia de las bandas y solicitó una acción enérgica y decidida de la comunidad internacional, similar a las emprendidas en situaciones similares.
El embajador dominicano también expresó su respaldo a la solicitud de Haití para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS) en una fuerza de mantenimiento de la paz, con el objetivo de proteger a los civiles, prevenir conflictos y reducir la violencia.
Esta solicitud ha sido apoyada por los países de América Latina y el Caribe a través de la resolución 1268 de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Finalmente, Blanco afirmó que Haití está fuera de control y representa un peligro para su pueblo y una amenaza constante para la República Dominicana y la región.
Esta declaración refleja la gravedad de la situación y la necesidad de una acción urgente y coordinada para abordar la crisis en Haití.