En el vibrante malecón de Santo Domingo, la historia cobró un nuevo matiz con la develación del mural más grande de la ciudad, una obra monumental que celebra no solo el arte, sino también la fuerza y el espíritu de las mujeres en el deporte. Este mural, ubicado en la emblemática pared del antiguo hotel Santo Domingo, fue posible gracias a la generosa donación del Central Romana y a la colaboración de la Alcaldía del Distrito Nacional y la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales (Propeep).
La celebración no fue solo un evento artístico, sino un homenaje a la Copa Mundial de Fútbol Femenino Sub-17 de la FIFA. La alcaldesa Carolina Mejía, con su voz llena de entusiasmo, destacó la importancia de este mural como un símbolo de empoderamiento. “No solo embellecerá nuestra ciudad, sino que también representa la fortaleza, el talento y la determinación de nuestras niñas y mujeres”, expresó, instando a todos a crear un entorno donde cada joven se sienta inspirada a perseguir sus sueños.
El mural, que se extiende por más de 523 metros cuadrados, es un festín visual que entrelaza la identidad cultural dominicana. Con imágenes de monumentos emblemáticos como el Palacio Consistorial, el Obelisco y la Plaza de la Bandera, la obra se convierte en un reflejo de la historia y el orgullo nacional, recordando a todos que el deporte y la cultura pueden unirse para forjar un futuro mejor.
Roberto Ángel Salcedo, director de Propeep, añadió que este mural es parte de un modelo más amplio, el “Paseo de Colores”, que ha llevado arte a diversas provincias. “Vimos esto como una oportunidad para estimular dos pilares fundamentales: la cultura y el deporte”, afirmó.
El evento fue aún más especial con la presencia de Taní, la mascota oficial del torneo, que alegró el ambiente y reforzó la conexión entre el arte y el deporte. En cada trazo del mural, en cada color vibrante, se siente una llamada a la acción, a la unidad y a la celebración de un futuro donde las mujeres brillen en todos los campos.
Así, Santo Domingo no solo se engalana con arte, sino que se convierte en un faro de inspiración para las futuras generaciones, recordando a todos que, con determinación y apoyo, los sueños pueden hacerse realidad.