Al hacer una analogía con el Covid-19 que ha paralizado y colocado a la humanidad en medio de un cambio de época sin precedentes, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) instó ayer a contrarrestar las pandemias de la mentira, la violencia, el afán del dinero y el hedonismo que amenazan a los pueblos.
La reflexión de los obispos está contenida en una Carta Pastoral emitida con ocasión de celebrarse mañana el Día de la Virgen de la Altagracia, titulada “San José, custodio del Redentor y modelo del creyente”, dedicada al esposo de María, la madre de Jesús.
“Un orden nuevo se está gestando, y la Iglesia tiene ante sí misiones inmensas, como en las épocas más trágicas de la historia”, expresa el documento sobre la pandemia del Covid-19 que ha acaparado la atención de la humanidad y ha sido objeto de duros y prolongados debates en los medios de comunicación.
Dramas mayores
Al razonar que, aunque nunca en la historia reciente había sucedido un fenómeno de tal envergadura como la actual pandemia, los obispos plantean que el nuevo coronavirus no afecta al ser humano en su esencia, sino que, a la luz de la fe, tan sólo lo toca tangencialmente. Advierten que “el verdadero drama de nuestro siglo es el vacío de Dios en el alma de tantos pueblos y la verdadera pandemia que nos aqueja es la anemia espiritual”.
La reflexión de los obispos está contenida en una Carta Pastoral.