El pasado 28 de diciembre, el perro Pudding perdió a toda su familia en el accidente aéreo del vuelo 2216 de Jeju Air en Corea del Sur.
En un pequeño pueblo de Corea del Sur, una tragedia golpeó duramente a la familia Bae cuando el vuelo 2216 de Jeju Air se estrelló en el Aeropuerto Internacional de Muan. El accidente dejó un saldo devastador: 179 personas fallecieron, incluyendo a los nueve miembros de esta familia.
En medio de la devastación, la figura de Pudding, el perro blanco de la familia Bae, se convirtió en un símbolo de fidelidad y pérdida. El abuelo, identificado por su apellido Bae, de 79 años, abordó este vuelo junto a su esposa, sus dos hijas, sus yernos y cuatro nietos. Este era su primer viaje al extranjero, un sueño que se hizo realidad demasiado tarde, dejando tras de sí una profunda tristeza. Tras la tragedia, el animal quedó solo en la casa vacía, sin comprender lo ocurrido. Cada vez que pasaba un coche, corría hacia él, esperando que fuera su familia regresando a casa.
«El perro continuaba vagando por la vivienda y la calle, ansioso por volver a ver a sus dueños», informó Chosun News Channel. Pudding había desarrollado una relación especial con la nieta de cinco años, lo que hacía aún más conmovedora su espera.
Aunque los vecinos intentaron cuidarlo y llevarlo con ellos, el animal insistía en regresar a su hogar vacío, un acto que refleja su incapacidad para aceptar la ausencia definitiva de su familia. El estado del perro preocupaba profundamente a los vecinos, quienes trataron de darle apoyo emocional y físico.
Sin embargo, el perro siempre volvía a la casa, donde se quedaba mirando la calle con la esperanza de ver a su familia regresar. Según Daily Mail, un hombre comentó: «Intenté llevármelo a mi casa, pero regresaba cada vez al lugar donde había compartido su vida con ellos».
La organización protectora de animales CARE finalmente intervino, preocupada por el estado de salud física y emocional de Pudding. Tras observar que el perro seguía vagando por el pueblo y la casa, lo rescataron y se comprometieron a buscarle un nuevo hogar.
La tragedia de la familia Bae es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de apreciar cada momento con nuestros seres queridos. La historia de Pudding es un testimonio de la fidelidad y el amor inquebrantables que pueden existir entre una familia y su mascota.
Mientras Corea del Sur llora por las víctimas, la resiliencia de este perro sigue siendo un recordatorio de los lazos profundos que unen a las familias, incluso en la adversidad más oscura. La historia de Pudding es un homenaje a la memoria de la familia Bae y a la fidelidad inquebrantable de su mascota.