Cerca de 50 presuntos pandilleros han muerto esta semana en Haití después de atacar la ciudad costera de Arcahaie. Al menos una docena de ellos se ahogaron cuando su bote volcó mientras transportaban municiones, según informó Wilner Réné, de la Agencia de Protección Civil de Haití.
El ataque comenzó el lunes, cuando varios pistoleros quemaron casas y autos en el poblado, ubicado al noroeste de Puerto Príncipe. La mayoría de los pandilleros murieron en enfrentamientos con la policía, algunos se escondieron y fueron descubiertos por los pobladores y la policía.
La violencia se atribuye a una coalición de pandillas denominada Viv Ansanm, que también ha atacado comunidades de Puerto Príncipe en los últimos días.
Este aumento en la violencia ocurre poco después del inicio de una misión respaldada por la ONU, y encabezada por policías kenianos. El objetivo es sofocar la oleada de brutalidad de estos grupos, que controlan más de 80% de Puerto Príncipe.
La situación en Haití es crítica, más de 700,000 personas sin hogar, miles de muertos y el principal aeropuerto del país cerrado durante casi tres meses debido a la violencia.
El gobierno de EEUU y funcionarios de alto nivel de Haití han advertido que la misión encabezada por Kenia carece de personal y financiación. Ante esto han pedido que se reemplace con una misión de pacificación de la ONU.