Un grupo de pandilleros en Haití ha vuelto a demostrar la creciente violencia en el país al abrir fuego contra un helicóptero de la ONU que sobrevolaba el barrio de Grand Ravine, controlado por las bandas. Afortunadamente, ninguna de las 18 personas a bordo, entre ellas tres tripulantes y 15 pasajeros, resultó herida. Sin embargo, el helicóptero sí recibió múltiples impactos de bala.
Este incidente ocurre en un momento en que Haití sigue sumido en una dramática crisis humanitaria y de seguridad interna. Recientemente, en mayo pasado, el aeropuerto internacional Toussaint-Louverture reanudó sus operaciones aéreas después de estar cerrado durante casi tres meses.
La situación en Haití es cada vez más preocupante, y la comunidad internacional sigue buscando formas de abordar la crisis. El ataque al helicóptero de la ONU es solo un ejemplo de la violencia y la inestabilidad que prevalecen en el país.
La Embajada de los Estados Unidos ha emitido una alerta a su personal, advirtiéndoles sobre ciertas rutas que deben evitar en la comuna de Tabarre para garantizar su seguridad. Washington reiteró que sus capacidades para proteger a sus ciudadanos en Haití son limitadas.
En septiembre, la Embajada de los Estados Unidos reiteró su advertencia de viaje de Nivel 4, «No viajar», para Haití. Esto significa que cualquier ciudadano estadounidense que aún se encuentre en Haití debe salir del país lo antes posible.
La situación en Haití es crítica, con un Estado de Emergencia declarado desde marzo de este año. Los ciudadanos estadounidenses han sido víctimas de robos, delitos y hasta asesinatos. La Embajada de los Estados Unidos recomienda evitar viajar a Haití hasta que la situación se estabilice.